En la primera fase del proyecto Vía Irun, con la responsabilidad de ADIF y el respaldo de una partida de 750.000 euros de los presupuestos del Estado español de 2018, se va a derruir el pabellón “Pequeña Velocidad”. A bote pronto, no debería de haber ningún obstaculo, pero el pabellón es un lugar de memoria, que vivió la represión del Franquismo.
Para quien no lo sepa, “Pequeña Velocidad” es uno de los pabellones traseros del edificio Aduana, y en los primeros años del Franquismo cientos de soldados republicanos que volvieron, en este lugar comenzaron su reclusión forzada. Tras llegar a Irun, los soldados leales a la República eran retenidos, para ser enviados a campos de concentración como “San Pedro de Cardeña” o “La Magdalena”.
El proyecto Vía Irun tiene en cuenta el patrimonio y las preexistencias y según la web del proyecto“Patrimonio contempla tanto el mantenimiento del patrimonio artístico (como edificios o elementos urbanos aislados o en conjunto) así como las áreas de regeneración y renovación urbana”. La asociación memorialista Kepa Ordoki Memoria Historikoa Bidasoan se suma a esta frase con una objeción: el olvido al pabellón “Pequeña Velocidad”. Por ello, ¿que ocurrirá con el pabellón “Pequeña Velocidad”?
Deseamos traer al centro de la discusión el futuro de este pabellón. Creemos que la parte “Patrimonio y preexistencias” deben tomar en cuenta dicho edificio. Es un lugar de memoria donde cientos de personas han vivido la represión y no se pueden borrar o esconder estas referencias físicas.
Respetar esta zona, es el primer acto de respeto y recuerdo hacía las personas represaliadas y el recuerdo de su memoria.
El escritor Jose Mari Etxaburu, Kamiñazpi, paso por este punto antes de llegar a San Pedro de Cardeña. “Cuando pasamos a este lado, no teníamos a nadie de casa esperandonos. Pero al comenzar a enseñar los papeles en la Aduana, a los dos o tres minutos, llegaron en coche mi hermana Mertzedes y el señor Sierra.
Comenzaron los intentos del señor Sierra, pero no tuvo poder. Nos consiguió el permiso para cenar en el restaurante de la estación. Y cenamos en el restaurante. Algo, es algo.
Tras cenar, nos llevaron al almacén de “Pequeña Velocidad”, de la misma estación. Había mucha gente en el almacén. Por supuesto! No había donde tumbarse, y algunas veces de pie y otras apoyados en cualquier bulto, así pasamos la noche. De vez en cuando, aparecían preguntando por personas (…) A nosotros también nos llamarón y salio un oficial Italiano, interesado en las noticias de Francia.
Al mediodía recibimos la segunda llamada. Esta fue para salir a la calle. Bajo la responsabilidad de diez-doce boinas torcidas, nos metieron en el tren del Norte, para llevarnos a Cardeña.” Kamiñazpi, Nere lau urteko ibilkerak.
Este es un testimonio del paso por “Pequeña Velocidad”. Esta se repitió en muchas ocasiones y en la la galería “Pequeña Velocidad” se pueden consultar las fotos de los detenidos y represaliados en el centro de detención.